• No tienes idea cómo diseñar una sesión con clientes.
• Nadie te contó sobre cómo ofrecer servicios y si es que es la única forma de rentabilizar.
• No sabes si tienes que aprender sobre marketing, copy, diseño, coaching o simplemente improvisar para emprender.
• Cada vez que consultas a una asesora conocida sobre el mundo laboral, te ignoran o te dice “que lo averigües por tu cuenta”.
• Te has apuntado a mil cursos pero nadie tiene experiencias reales ejerciendo como asesora de imagen.
• No sabes con quién hacer alianzas para dar visibilidad a tu negocio.
• Te sientes muy desconectada de lo que se supone que es emprender como asesora.
• Y lo peor, te ataca la soledad en este camino inicial o de escalación con tu negocio.

Olvídate de formaciones complejas a nivel técnico para llevar tu emprendimiento de asesoría, de círculos o asociaciones donde lo que prima es el secretismo sobre el mundo real del asesoramiento.

Ni qué decir de esa soledad donde no sabes a quién consultar sobre cómo cobrar, qué proponer a un cliente o empresa siendo asesora, etc.

Hay un espacio de confianza, aprendizaje e intercambio genuino.