Realidades, obstáculos y oportunidades que no siempre te cuentan:
Quizás ya te formaste como asesora de imagen. O llevas tiempo asesorando, pero no logras generar ingresos sostenidos.
O puede que aún estés considerando dedicarte a esto, y te preguntes:
👉 ¿Realmente se puede vivir de esta profesión?
👉 ¿Vale la pena apostar por ella a largo plazo?
La respuesta corta es: sí, se puede vivir de ser asesora de imagen.
La larga… incluye matices, decisiones, estrategia y enfoque profesional.

Ser buena asesorando no siempre es suficiente
Muchas asesoras que ya están en el camino sienten frustración porque, aunque tienen talento, formación y pasión, el negocio no despega. ¿Por qué?
Porque saber mucho de imagen no garantiza tener un negocio rentable.
Y eso no es culpa tuya. A muchas nos enseñaron a analizar siluetas, colores o estilos, pero no a atraer clientas, poner precios, diseñar servicios o comunicar lo que hacemos con claridad.
Y si estás recién empezando, saber esto a tiempo puede marcar una gran diferencia.

¿Qué hace falta para vivir de esto?
- Tener una propuesta clara y concreta (no basta con decir “te ayudo a vestirte mejor”)
- Aprender a comunicar desde el valor, no desde la estética vacía
- Definir tus servicios pensando en las necesidades reales de tus clientas
- Poner precios coherentes con tu experiencia, impacto y contexto
- Crear una marca personal que te represente y genere confianza
- Construir un sistema que te permita atraer, vender y sostener tu negocio (sí, un negocio)
🎥 En este video, Annie Maya —Directora del Instituto de Imagen Personal— te explica con total honestidad cuánto deberías cobrar como asesora de imagen y qué variables tener en cuenta para poner precios con criterio.
¿Y si aún no tienes clientes?
Puede ser desalentador al principio. Pero hay algo importante: el asesoramiento de imagen tiene demanda.
El problema no es si hay clientes, sino si esos clientes pueden encontrarte, confiar en ti y entender cómo los vas a ayudar.
Esto se puede determinar una vez que te inicies en la práctica al instante que terminas tu formación académica, cosa que no siempre sucede porque muchas asesoras están en la constante preocupación de seguir formándose sin detenerse a pensar cómo quieren entregar ese servicio, cómo será la dinámica, qué es lo que desean realmente lograr con un proceso de imagen que trabajarán en la otra persona.
Sin duda, toda esa práctica da respuestas y al mismo tiempo una toma de consciencia de la real inversión que se ha hecho en la carrera para empezar a poner precios en un servicio que además puede brindarse en distintos formatos tanto como consultoría así como en productos digitales y diseño de soluciones para empresas. Es que de verdad, las opciones son infinitas. ¿Te habías puesto a pensarlo?
Por eso creamos el programa Asesora Online Rentable: para ayudarte a convertir tus conocimientos en una propuesta profesional, rentable y alineada contigo.
Allí no solo te enseñamos a estructurar tus servicios, también a posicionarte, generar confianza y vender de forma ética.

¿Vale la pena apostar por esto?
Solo tú puedes responder esa pregunta. Pero si sientes que:
- Te apasiona ayudar a otras personas a verse y sentirse mejor
- Te interesa la moda, pero también la psicología, la comunicación, la identidad
- Quieres construir algo propio, con libertad y propósito
- Y estás dispuesta a aprender lo que haga falta para lograrlo…
Entonces, sí: esta profesión puede darte muchas satisfacciones.
Pero no lo hagas sola. Aprender a gestionar tu carrera como asesora también forma parte del trabajo.

¿Te gustaría construir una carrera que te represente?
En el Instituto de Imagen Personal te acompañamos a:
- Integrar técnica, estética y ética profesional
- Transformar tu conocimiento en una propuesta clara y rentable
- Diseñar un negocio que puedas sostener (y disfrutar) a largo plazo
Porque sí, se puede vivir del asesoramiento de imagen.
Y tú también puedes lograrlo, si te formas con estrategia, enfoque y propósito.